20 de junio - Meditación para principiantes - Solo Por Hoy
Texto Básico, pp. 53 - 54
A muchos nos dijeron que tuviéramos paciencia cuando aprendiéramos a meditar.«Hace falta práctica para saber lo qué hay que "escuchar"».
Nos alegra que alguien nos lo haya dicho, si no muchos hubiéramos abandonado la meditación al cabo de una o dos semanas. Es posible que las primeras semanas nos sentáramos cada mañana, aquietáramos nuestros pensamientos y «escucháramos», tal como dice el Texto Básico, pero «oímos»nada. Quizás hayan tenido que pasar algunas semanas más para que sucediera algo; e incluso entonces, apenas notábamos lo que pasaba. Salíamos de nuestra meditación matinal sintiéndonos un poco mejor con nuestra vida, con un poco más de comprensión hacia los que veíamos y un poco más en contacto con nuestro Poder Superior.
Para la mayoría no había nada espectacular en esta toma de conciencia - ni relámpagos ni truenos -, sino más bien algo suavemente poderoso. Necesitábamos tiempo para dejar nuestro ego y nuestras ideas a un lado del camino. En ese espacio despejado, mejorábamos nuestro contacto consciente con el origen de nuestra recuperación diaria: el Dios que concebimos. La meditación era algo nuevo, y hacía falta tiempo y práctica. Pero, como todos los pasos, funcionaba cuando lo trabajábamos.
Sólo por hoy: Practicaré «escuchar»para conocer la voluntad de Dios para conmigo, aunque todavía no sepa qué «escuchar».