19 de marzo - Algo valioso que compartir - Sólo Por Hoy
Texto Básico, p. 59
Estás en una reunión. Hace un rato que se comparte. Uno o dos miembros han explicado su experiencia espiritual de manera especialmente significativa. Otro nos han hecho reír a carcajadas con historias entretenidas. Y entonces el moderador te llama... ¡Ay! Te presentas tímidamente, tartamudeas unas pocas palabras como disculpa, agradeces a todos por haberte escuchado y te sientas el resto de la reunión en embarazoso silencio. ¿Te suena familiar? Pues bien, no eres el único.
Todos pasamos por épocas en las que creíamos que lo que compartíamos no era bastante espiritual, ni bastante divertido, ni bastante nada. Pero compartir no es un deporte de competición. La clave de nuestras reuniones es la identificación y la experiencia, algo que todos tenemos de sobra. Cuando compartimos de corazón la verdad de nuestra experiencia, otros adictos sienten que pueden confiar en nosotros porque saben que somos exactamente iguales a ellos. Cuando compartimos con sencillez lo que nos ha funcionado en nuestra vida, no hay duda de que nuestro mensaje resulta útil a los demás.
Lo que compartimos no tiene que ser elegante ni gracioso para sonar auténtico. Todo adicto que trabaje un programa honesto que dé sentido a su recuperación, tiene algo de inmenso valor que compartir, algo que nadie más puede brindar: su propia experiencia.
Sólo por hoy: Tengo algo valioso que compartir. Hoy asistiré a una reunión y compartiré mi experiencia de recuperación de la adicción.