Sólo por hoy

«Compartir con otros evita que nos sintamos aislados y solos.»   Texto Básico, p. 98 Hay una diferencia entre estar solos y la soledad. La soledad es un estado del corazón, un vacío que a veces nos hace sentir tristes y sin esperanzas. La soledad no siempre se alivia cuando iniciamos una relación o nos rodeamos de otros. Algunos sentimos soledad incluso en una habitación llena de gente. Algunos llegamos a Narcóticos Anónimos por la desesperada soledad de nuestra adicción. Después de asistir a las reuniones, empezamos a hacer nuevos amigos, y, con frecuencia, nuestra sensación de soledad disminuye. Pero muchos debemos luchar con la soledad a lo largo de la recuperación. ¿Cuál es el remedio para la soledad? El mejor es empezar una relación con un Poder Superior que pueda llenar el vacío de nuestro corazón. Descubrimos que cuando creemos en un Poder Superior, no tenemos por qué sentirnos solos. Cuando tenemos un contacto consciente con Dios tal como lo concebimos resulta

«Creemos que nuestro Poder Superior cuidará de nosotros.»   Texto Básico, p. 66 Todos tenemos épocas en las que aparentemente nuestra vida se desmorona. Hay días, semanas incluso, cuando parece que todo lo que puede salir mal, sale mal. Ya sea por la pérdida de un trabajo, la muerte de un ser querido o el fin de una relación, dudamos de que podamos sobrevivir a los cambios que tienen lugar en nuestra vida. Encontramos nuestra mayor fe en un Poder Superior bondadoso, durante los períodos en los que el mundo se derrumba a nuestro alrededor. Cuando ningún ser humano puede aliviar nuestro sufrimiento, sabemos que sólo la protección de Dios puede brindarnos el consuelo que buscamos. Estamos destrozados pero seguimos adelante con la convicción de que nuestra vida será reparada. A medida que progresamos en nuestra recuperación y crece nuestra fe en nuestro Poder Superior, estamos seguros de acoger los momentos difíciles con esperanza, a pesar del dolor que sintamos. N

«Examinaremos nuestra vida y descubrimos quiénes éramos en realidad. La verdadera humildad consiste en aceptarse y tratar honestamente de ser uno mismo.» Texto Básico, p. 42 Las exigencias de nuestra enfermedad durante la adicción activa determinaban nuestra personalidad. Podíamos ser quienes hiciera falta y hacer lo que fuera, para conseguir nuestra «dosis». Éramos máquinas de supervivencia y nos adaptábamos fácilmente a cualquier circunstancia de la vida de la adicción activa. Cuando comenzamos nuestra recuperación, empezamos una vida nueva y diferente. Muchos no teníamos ni idea de cuál era el comportamiento apropiado en determinadas situaciones. Algunos no sabíamos cómo hablar con la gente, como vestirnos o cómo comportarnos en público. No podíamos ser nosotros mismos porque ya no sabíamos quiénes éramos. Los Doce Pasos nos ofrecen un método sencillo para averiguar quiénes somos en realidad. Descubrimos nuestras virtudes y defectos, las cosas que

«… pedir ayuda a Dios es nuestra mayor fuente de fortaleza y valor.» Texto Básico, p. 31 Un reto es algo que nos estimula a tener éxito. Lo nuevo y lo desconocido son ejemplos de desafíos, tanto los que nos parecen buenos como los malos. Los obstáculos y contradicciones internas y externas nos ponen a prueba. Las nuevas y difíciles, los obstáculos y contradicciones, son parte de «la vida tal cual es». Vivir limpios significa aprender a aceptar los desafíos. Muchos, consciente o inconscientemente, tomábamos drogas para evitar los desafíos. Nos daba tanto miedo el éxito como el fracaso. Cada vez que rehuíamos los desafíos del día, sufríamos una pérdida de autoestima. Algunos consumíamos drogas para enmascarar la vergüenza que sentíamos. Cada vez que lo hacíamos, nos volvíamos menos capaces aún de enfrentar los retos y más propensos a consumir. A través de la práctica del programa de NA, encontramos las herramientas necesarias para enfrentar con éxito cual

«Nuestra concepción del Poder Superior depende de nosotros, [….] Podemos llamarlo grupo, programa o Dios.» Texto Básico, p. 28 Muchos tuvimos una época difícil con la idea de un Poder Superior hasta que aceptamos completamente la profundidad de nuestra impotencia ante la adicción. Cuando la aceptamos, la mayoría estamos dispuestos, al menos a plantearnos buscar la ayuda de un Poder más grande que nuestra enfermedad. Muchos vemos el primer ejemplo práctico de ese tipo de Poder en el grupo de NA. Quizás deberíamos empezar por ahí a desarrollar nuestro propio concepto de Dios. Una prueba del Poder en el grupo es el amor incondicional que se nota cuando los miembros de NA se ayudan mutuamente sin esperar recompensa. La experiencia colectiva de recuperación en el grupo es, en sí, un Poder mayor que el de cada uno, porque el grupo tiene conocimientos prácticos de lo que funciona y lo que no. Y el hecho de que los adictos sigan asistiendo a reuniones de NA, día

«Muchas cosas suelen suceder en un día, tanto negativas como positivas. Si no nos tomamos el tiempo para apreciar ambas, es posible que pasemos por alto algo que nos ayudaría a madurar.» IP Nº 8, Sólo por hoy Al parecer, la mayoría juzgamos inconscientemente lo que nos pasa en un día como algo bueno o malo, un éxito o un fracaso. Tendemos a sentirnos felices por lo «bueno» y enojados, frustrados o culpables por lo «malo». Aunque a menudo, los sentimientos buenos o malos tiene poco que ver con lo que de verdad es bueno o malo para nosotros. Puede que aprendamos más de nuestros fracasos que de los éxitos, especialmente si el fracaso es nuestro fruto de habernos atrevido a algo. Asociar juicios de valor a nuestras reacciones emocionales nos ata a viejas formas de pensar. Podemos cambiar nuestra forma de ver los incidentes de la vida cotidiana, tomándolos como oportunidades de crecer, no como algo bueno o malo. Podemos buscar lecciones en vez de asignar valores. Cuando

«A medida que crecemos, aprendemos a dominar la tendencia a huir y escondernos de nosotros y nuestros sentimientos.» Texto Básico, p. 98 La mayoría, en lugar de arriesgarnos a ser vulnerables, hemos desarrollado hábitos para mantener a los demás a distancia prudencial. Estos patrones de aislamiento emocional nos dan la sensación de que estamos irremediablemente ocultos tras nuestras máscaras. Solíamos arriesgar nuestra vida, ahora podemos arriesgarnos con nuestros sentimientos. Al compartir con otros adictos, aprendemos que no somos únicos; como estamos en buena compañía, no nos convertimos en personas exageradamente vulnerables sólo por que dejemos que los demás nos conozcan. Mediante el trabajo de los Doce Pasos del programa de NA crecemos y cambiamos. Ya no queremos, ni nos hace falta, esconder nuestra personalidad que emerge. Nos han dado la oportunidad de despojarnos del camuflaje emocional que habíamos elaborado para sobrevivir a nuestra adicción activa. Al abr

«Queremos librarnos de la culpabilidad, pero no deseamos hacerlo a costa de nadie.» Texto Básico, p. 47 Reconozcámoslo: la mayoría dejamos huellas de destrucción a nuestro paso e hicimos daño a todos los que se cruzaban en nuestro camino. Algunas de las personas a quienes más lastimamos en nuestra adicción eran las que más queríamos. Quizás estemos tentados de compartir con nuestros seres queridos, en un esfuerzo por librarnos de la culpa que sentimos por lo que hemos hecho, detalles horribles de cosas que es mejor callar. Semejantes revelaciones podrían hacer mucho daño y muy poco bien. El Noveno Paso no consiste en aliviar nuestra conciencia culpable, sino de asumir la responsabilidad de las faltas que cometimos. Al trabajar el Octavo y el Noveno Paso debemos procurar que nos guíe nuestro padrino o madrina, y enmendar nuestras faltas de manera que no nos hagan deber más disculpas. No buscamos simplemente librarnos de nuestros remordimientos, sino librarnos de nues

«Los pasos nos llevan a un despertar espiritual de naturaleza espiritual que se manifiesta en los cambios de nuestra vida.» Texto Básico, p. 57 Sabemos cómo reconocer la enfermedad de la adicción. Sus síntomas son inequívocos. Quienes la padecen, además de un apetito insaciable de drogas, demuestran una conducta egocéntrica y egoísta. Cuando nuestra adicción estaba en su punto más alto de actividad, evidentemente sufríamos muchísimo. Nos juzgábamos a nosotros y juzgábamos a los demás implacablemente y pasábamos la mayor parte del tiempo preocupados o tratando de controlar los resultados. Así como la enfermedad de la adicción se manifiesta con síntomas definidos, también el despertar espiritual tiene manifestaciones evidentes en el adicto o la adicta en recuperación. Es posible que observemos una tendencia a pensar y actuar espontáneamente, una pérdida de intereses en juzgar e interpretar los actos de los demás, una inconfundible capacidad de disfrutar cada momen

«... [en las reuniones] nos mantenemos en contacto con lo que hemos sido, pero sobre todo, descubrimos hacia dónde podemos ir en nuestra recuperación.» Texto Básico, p. 64 Los adictos son diferentes de muchas maneras. Cuando llegamos a Narcóticos Anónimos encontramos otros como nosotros, personas que nos comprenden y a las cuales podemos comprender. Ya no nos sentíamos extraños y raros dondequiera que fuéramos. En las reuniones de NA, entre amigos, estábamos en casa. Después de pasar un tiempo limpios no dejamos de ser adictos. Todavía tenemos que identificarnos con otros adictos. Continuamos asistiendo a las reuniones de NA para mantenernos en contacto con lo que somos, para recordar de dónde venimos y saber adónde vamos. Cada reunión nos recuerda que no podemos consumir drogas con buenos resultados. Cada reunión nos recuerda que nunca estaremos curados, pero que podemos recuperarnos practicando los principios del programa. Y cada reunión nos ofrece la experienci

«Nos sorprendemos haciendo y disfrutando cosas que nunca pensamos hacer.» Texto Básico, p. 118 La adicción activa nos mantiene aislados por muchas razones. Al principio evitábamos a la familia y los amigos para que no supieran que consumíamos. Algunos evitábamos a todos los que no eran adictos por temor a reacciones morales y repercusiones legales. Despreciábamos a las personas que tenían vidas «normales» con familia y aficiones; las llamábamos «sosas» y creíamos que nunca podríamos disfrutar de los placeres sencillos de la vida. Con el tiempo, hasta evitábamos a otros adictos porque no queríamos compartir nuestras drogas. Nuestra vida se hacía cada vez más estrecha y nuestros intereses se limitaban al mantenimiento diario de nuestra enfermedad. Hoy en día, nuestra vida es mucho más completa. Disfrutamos de actividades con otros adictos en recuperación. Tenemos tiempo para la familia. Y hemos descubierto muchos otros intereses placenteros. ¡Qué cambio en comparación con lo de ant

«Revisamos nuestro comportamiento pasado y nuestra conducta presente para ver qué queremos conservar y qué queremos eliminar.»   Texto Básico, p. 34 Cuando el día se acerca a su fin, muchos reflexionamos sobre las últimas veinticuatro horas y consideramos como podríamos vivir de otra manera en el futuro. Es fácil que nuestros pensamientos se queden atrapados en lo mundano: cambiar el aceite del coche, limpiar la sala, tirar la basura. A veces hace falta un esfuerzo especial para sacar nuestros pensamientos de la rutina diaria y llevarlos a un terreno más elevado. Una pregunta sencilla puede ponernos en un nivel más alto. ¿Qué creemos que desea nuestro Poder Superior para nosotros mañana? Quizás necesitamos mejorar nuestro debilitado contacto consciente con el Dios que concebimos. Tal vez nos sintamos incómodos en el trabajo o en una relación, y seguimos sólo por miedo. Es posible que ocultemos algún defecto de carácter problemático y nos asuste compartirlo con nuestro padrino o m

«Enmendamos directamente el daño causado a aquellas personas siempre que nos fuera posible, excepto cuando el hacerlo perjudicaría a ellos o a otros.» Noveno Paso No siempre, en cada relación, manejamos las cosas de la manera que esperábamos. Pero las amistades no tienen que terminar porque cometamos errores, sino que podemos hacer enmiendas. Si estamos sinceramente dispuestos a aceptar las responsabilidades que entraña la amistad y hacemos las enmiendas debidas, dichas amistades pueden convertirse en algo más sólido y valioso que nunca. Hacer enmiendas es sencillo. Nos acercamos a la persona a la que hemos hecho daño y decimos: «Estaba equivocado». A veces evitamos ir al grano y eludimos reconocer nuestra culpa en el asunto. Pero es algo que frustra el objetivo del Noveno Paso. Para que las enmiendas sean efectivas, tenemos que hacerlas simples: admitimos nuestra parte y lo dejamos ahí. Habrán ocasiones en que nuestros amigos no acepten nuestras disculpas. Quizás necesitan tiemp

«Estuvimos enteramente dispuestos a dejar que Dios eliminase todos estos defectos de carácter.»   Sexto Paso Después de hacer el Quinto Paso, muchos pasamos una temporada considerando «la naturaleza exacta de nuestras faltas» y el papel de éstas en convertirnos en lo que éramos. ¿Cómo sería nuestra vida sin, digamos, la arrogancia? Sin duda la arrogancia nos había apartado de nuestros compañeros, impidiéndonos disfrutar y aprender de ellos. Pero la arrogancia también nos había resultado útil para apuntalar nuestro ego en presencia de una autoestima terriblemente baja. ¿Qué ventajas sacaríamos si nos quitaran de encima la arrogancia y con qué apoyo nos quedaríamos? Sin arrogancia, estaríamos un paso más cerca de restablecer nuestro debido lugar entre los demás. Seríamos capaces, como semejantes, de valorar su compañía, sabiduría y sus retos. Nuestro apoyo y orientación provendrían, si así lo deseamos, del cuidado que nos brindaría nuestro Poder Superior; la «baja autoestima» dejaría

«La voluntad de Dios para con nosotros se convierte en nuestra propia y verdadera voluntad.» Texto Básico, p. 55 Los Doce Pasos son el camino hacia el despertar espiritual. Este despertar toma la forma de una relación en evolución con un Poder Superior bondadoso. Cada paso fortalece esta relación. En la medida en que seguimos practicando los pasos, la relación crece y se hace cada vez más importante en nuestra vida. En el proceso de trabajar los pasos, tomamos la decisión personal de permitir a un Poder Superior bondadoso que nos oriente. Esta guía está siempre disponible; lo único que necesitamos es la paciencia de buscarla. A menudo se manifiesta en una sabiduría interna que llamamos conciencia. Cuando abrimos el corazón lo suficiente para percibir la orientación de nuestro Poder Superior, sentimos una tranquila serenidad. Esta paz es el faro que nos guía a través de los sentimientos difíciles y nos proporciona indicaciones claras cuando nuestra mente está inquieta y confundida. Cua

«Al acercarnos a este paso, la mayoría tenemos miedo de que haya un monstruo escondido dentro de nosotros que va a destruirnos si lo dejamos en libertad.» Texto Básico, p. 32 La mayoría tenemos pánico de mirarnos, de indagar dentro. Tenemos miedo de que si examinamos nuestras acciones y motivaciones, descubramos un agujero negro sin fondo de egoísmo y odio. Pero al hacer el Cuarto Paso veremos que esos temores eran injustificados. Somos humanos - como todo el mundo - ni más, ni menos. Todos tenemos rasgos de personalidad de los cuales no estamos especialmente orgullosos. En un mal día, quizás pensamos que nuestros defectos son peores que los de nadie. Por momentos dudamos de nosotros, cuestionamos nuestras motivaciones, y hasta nuestra misma existencia. Pero si pudiéramos leer la mente de nuestros compañeros, veríamos los mismos conflictos. No somos ni peores ni mejores que nadie. Sólo podemos cambiar lo que reconocemos y comprendemos. En lugar de seguir asustados de lo que tenemos en

«Locura es repetir los mismos errores esperando resultados diferentes.» Texto Básico, p. 28 ¡Errores! Todos sabemos lo que se siente al cometerlos. Muchos creemos que nuestra vida entera ha sido un error. A menudo observamos nuestros errores con vergüenza o culpabilidad, o por lo menos con frustración e impaciencia. Tendemos a verlos como prueba de que todavía somos estúpidos o estamos enfermos, locos o demasiado estropeados para recuperarnos. La verdad es que los errores son una parte vital e importante de los seres humanos. Para gente especialmente testaruda (como los adictos), los errores a menudo son los mejores maestros. No es una vergüenza cometer errores. De hecho, cometer errores nuevos con frecuencia nos demuestra que estamos dispuestos a correr riesgos y crecer. Aunque sea útil aprender de nuestros errores, repetir los mismos quizás sea signo de que estamos estancados. Y esperar resultados diferentes de los mismos errores de siempre… bueno, eso es lo que llamamos «locura».

«El progreso en recuperación es un viaje constante cuesta arriba.» Texto Básico, p. 95 Cuanto más tiempo llevamos limpios, más empinado y estrecho parece hacerse el camino. Pero Dios no nos da más de lo que somos capaces de manejar. Por muy difícil que se vuelva el camino, por muy estrecho y sinuosas las curvas, hay esperanza y se basa en nuestro progreso espiritual. Si seguimos asistiendo a las reuniones y nos mantenemos limpios, la vida se vuelve… vaya, diferente. La búsqueda constante de respuestas a los altibajos de la vida, puede llevarnos a cuestionar todos los aspectos de la ésta. La vida no siempre es agradable y es entonces cuando debemos dirigirnos a nuestro Poder Superior aun con más fe. A veces lo único que podemos hacer es agarrarnos con fuerza y creer que las cosas mejorarán. Con el tiempo, nuestra fe derivará en comprensión. Empezamos a tener una imagen «más amplia» de nuestra vida. A medida que nuestra relación con el Poder Superior se desarrolla y profundi

«Para que la meditación tenga algún valor, el resultado se debe ver en  nuestra vida cotidiana.» Texto Básico, p. 54 Al trabajar el programa recibimos muchos indicios indirectos de la presencia de un Poder Superior en nuestra vida: el sentimiento de limpieza que muchos tenemos al hacer el Quinto Paso; la sensación de que al fin vamos por buen camino cuando hacemos enmiendas; la satisfacción que obtenemos al ayudar a otro adicto. La meditación, sin embargo, a veces nos da indicios  extraordinarios  de la presencia de Dios en nuestra vida. Estas experiencias no significan que nos hayamos vuelto perfectos o estemos «curados». Son pruebas que se nos dan del origen de la recuperación, que nos recuerdan la auténtica naturaleza de lo que buscamos en Narcóticos Anónimos y que nos animan a seguir por el camino espiritual. Estas experiencias demuestran categóricamente que hemos entrado en contacto con un Poder mucho mayor que el nuestro. ¿Pero cómo incorporamos este extraordinario P

«Nuestras principales preocupaciones y problemas más serios derivan de nuestra experiencia de vivir sin drogas. A menudo, cuando preguntamos a otro adicto con mucha experiencia en recuperación qué podemos hacer, nos sorprendemos de la simplicidad de la respuesta. » Texto Básico, pp. 49 - 50 Encontrar el equilibrio en recuperación es como sentarse con una balanza de platillos y un montón de arena. El objetivo es tener la misma cantidad de arena en cada platillo y que el peso quede equilibrado. En recuperación hacemos lo mismo. Nos sentamos y partimos de la base de nuestro tiempo limpio y los Doce Pasos, y después vamos agregando el trabajo, las responsabilidades domésticas, los amigos, los ahijados, las relaciones afectivas, las reuniones y el servicio en cantidades iguales para equilibrar la balanza. En el primer intento quizás nuestra balanza personal quede desequilibrada. Tal vez veamos que por habernos involucrado demasiado en servicio, hayamos disgustado a nuest

«… vemos claramente lo que estos defectos le están haciendo a nuestra vida. Comenzamos a ansiar vernos libres de ellos.» Texto Básico, p. 40 Estar enteramente dispuestos a dejar que nos quiten nuestros defectos de carácter puede ser un proceso largo, que a menudo tarda toda una vida. Nuestra disponibilidad crece en proporción directa a lo conscientes que somos de estos defectos y de la destrucción que producen. Puede que nos resulte difícil ver la devastación que causan nuestros defectos en nuestra vida y en la vida de quienes nos rodean. En este caso, haríamos bien si le pidiéramos a nuestro Poder Superior que nos revelara cuáles son los que se interponen en nuestro camino hacia el progreso. A medida que nos desprendemos de ellos y vemos cómo disminuye su influencia, notamos que un Dios bondadoso los reemplaza por cualidades. Allí donde teníamos miedo, descubrimos valor. Donde éramos egoístas, hallamos generosidad. La desilusión con uno mismo desaparece y es

«Nos sentamos con un cuaderno, pedimos que nos orienten, tomamos un lápiz y empezamos a escribir. » Texto Básico, p. 35 Cuando estamos confundidos o dolidos, nuestro padrino a veces nos dice «que escribamos sobre ello» .Aunque refunfuñemos cuando sacamos el cuaderno, sabemos que nos ayudará. Ponerlo todo sobre una hoja nos da la oportunidad de ver qué es lo que nos fastidia. Sabemos que si lo hacemos con un lápiz y papel podemos llegar al fondo de nuestra confusión y descubrir qué nos causa dolor. Escribir puede ser gratificante, especialmente cuando trabajamos los pasos. Muchos miembros llevan un diario. Pensar simplemente en los pasos, cavilar sobre su significado y analizar su efecto, para la mayoría de nosotros no es suficiente. Hay algo en el acto físico de escribir que nos ayuda a fijar los principios de recuperación en nuestra mente y nuestro corazón. Son muchas las compensaciones que nos da el mero hecho de escribir. La claridad de pensamiento, las clave

«Hemos aprendido que no tenemos por qué saber todas las respuestas, ya que así nos pueden enseñar y podemos aprender a vivir una vida con éxito.» Texto Básico, p. 112 La adicción, en cierta forma, es una gran maestra. Y aunque sea lo único, por lo menos nos enseña humildad. Se dice que gracias a nuestras mejores ideas fuimos a parar a NA. Ahora que llegamos, estamos aquí para aprender. La Confraternidad de NA es un maravilloso ambiente de aprendizaje para el adicto en recuperación. No nos hacen sentir estúpidos en las reuniones, sino que conocemos a otras personas que han estado exactamente donde hemos estado nosotros y han encontrado la salida. Lo único que debemos hacer es admitir que no tenemos todas las respuestas y después escuchar a los demás compartir lo que les ha funcionado a ellos. Tenemos mucho que aprender como adictos en recuperación y como seres humanos. Otros adictos - y otros seres humanos - tienen mucho que enseñarnos sobre lo que funciona y lo

«Con semejante confusión en el mundo, siento que es una bendición estar donde estoy.» Basic Text, p. 155 * A veces ni vale la pena escuchar las noticias; oímos tantas historias de violencia y barbaridades. Cuando consumíamos, muchos nos acostumbramos a la violencia. En medio de la niebla de nuestra adicción, la situación mundial raramente nos perturbaba. Al estar limpios, sin embargo, muchos descubrimos una sensibilidad especial frente al mundo que nos rodea. Como personas en recuperación, ¿qué podemos hacer para convertirlo en un lugar mejor? Cuando nos perturba la confusión del mundo, podemos hallar consuelo en la oración y la meditación. Cuando todo parece al revés, el contacto consciente con nuestro Poder Superior puede ser la calma en medio de la tormenta. Si nos centramos en nuestro camino espiritual, podemos reaccionar a nuestros miedos con tranquilidad. Y si vivimos pacíficamente, invitamos a que un espíritu de paz entre en nuestro mundo. Como

«… con el tiempo conseguimos relajarnos y gozar del ambiente de recuperación.» Texto Básico, p. 64 Imagina que pasaría si un recién llegado entrara en una de nuestras reuniones y se encontrara con un grupo de personas con caras largas, agarrando las sillas con los nudillos blancos. Probablemente se sobresaltaría y murmuraría: «Creía que podía dejar las drogas y ser feliz».  Afortunadamente, los recién llegados por lo general se encuentran con un grupo de personas amables, sonrientes y aparentemente bastante contentas con la vida que han descubierto en Narcóticos Anónimos. ¡Cuánta esperanza da algo así! Al recién llegado, cuya vida es terriblemente seria, le atrae mucho un ambiente relajado y alegre. Si uno viene de un sitio en el que todo se toma demasiado en serio, donde el desastre siempre espera a la vuelta de la esquina, es un alivio agradable entrar en una habitación y encontrar gente que, en general, no se toma demasiado en serio y está preparada para algo maravilloso. En r

«… estaba dispuesto a lo que fuera para mantenerme limpio.» Basic Text, p. 217 * «¿Lo que sea? - preguntan los nuevos -. ¿Qué quieres decir con lo que sea?» Recordar, nuestra adicción activa y las cosas que éramos capaces de hacer para drogarnos, puede ayudar a explicarlo. ¿Estábamos dispuestos a viajar muchos kilómetros para conseguir drogas? Sí, por lo general sí. Entonces tiene sentido decir que si estamos tan preocupados por mantenernos limpios como lo estábamos por consumir, haremos lo que sea para poder llegar a una reunión. Durante nuestra adicción, ¿no hacíamos a menudo locuras y cosas absurdas o consumíamos sustancias desconocidas por indicación de otros? ¿Por qué nos resulta entonces tan difícil hacer caso en recuperación, especialmente cuando las indicaciones tienen por objeto ayudarnos a crecer? Cuando consumíamos, ¿no nos dirigíamos a menudo a nuestro Poder Superior y le decíamos: «¡Por favor, sácame de ésta!»? ¿Por qué es tan difícil entonces pedir a Dios que nos ayud

«Cada grupo tiene un sólo propósito primordial: llevar el mensaje al adicto que todavía sufre.»                                                                                                                   Quinta Tradición Nuestro grupo habitual significa mucho para nosotros. ¿Dónde estaríamos, después de todo, sin nuestra reunión favorita de NA? A veces organiza picnics u otras actividades. A menudo los miembros se reúnen para ir al cine o jugar a algo. Todos hemos hecho buenas amistades en el grupo y no cambiaríamos ese cariño por nada del mundo. Pero a veces debemos hacer un inventario de lo que hace nuestro grupo para cumplir con su propósito primordial: llevar el mensaje al adicto que todavía sufre. En ocasiones, cuando vamos a nuestras reuniones, conocemos a casi todo el mundo y entramos en el clima de alegría y diversión. Pero, ¿y el recién llegado, qué?  ¿Nos hemos acordado de acercarnos a los nuevos que quizás están sentados aparte, solos y asustados?  ¿Recordamos dar

«Mi gratitud habla cuando me preocupo por los demás y cuando comparto con otros a la manera de NA.» Oración de la Gratitud Cuanto más tiempo pasamos limpios, mayor gratitud sentimos por nuestra recuperación. Estos sentimientos de gratitud no se limitan a determinados dones, tales como los nuevos amigos o la capacidad de tener trabajo. Es más frecuente que surjan del placer general que nos produce nuestra vida y se intensifican con la certeza del rumbo que hubiera tomado ésta de no haber sido por el milagro experimentado en Narcóticos Anónimos. Son sentimientos tan amplios, maravillosos y a veces tan abrumadores que a menudo no encontramos palabras para describirlos. En ocasiones lloramos de felicidad abiertamente mientras compartimos en una reunión, y aun así buscamos palabras para expresar lo que sentimos. Tenemos tantas ganas de transmitir a los recién llegados la gratitud que sentimos, pero parece que a nuestro vocabulario le faltan superlativos para describirl

« Lo que más nos derrotará en nuestra recuperación es una actitud de indiferencia o intolerancia hacia principios espirituales. »                                                                                                              Texto Básico, p. 21 Al principio, cuando llegamos a NA, a muchos nos resultó muy difícil aceptar los principios espirituales sobre los que se basa este programa... y por buenas razones. Por mucho que hubiéramos tratado de controlar nuestra adicción, notábamos nuestra impotencia. Estábamos cada vez más frustrados y enojados con todos los que nos sugerían que había esperanza para nosotros, porque sabíamos más que nadie. Las ideas espirituales quizás tuvieran algún valor en la vida de los demás, pero en la nuestra, no. A pesar de nuestra indiferencia o intolerancia hacia principios espirituales, Narcóticos Anónimos nos atrajo. Allí conocimos a otros adictos. Habían estado donde estábamos nosotros, impotentes y desesperados, y sin

« Participar en servicio me hace sentir valioso. »                                                                                                            Basic Text, p. 212  * La mayoría, cuando llegamos a NA, teníamos poca autovaloración que rescatar. Muchos miembros dicen que, al principio de su recuperación, empezaron a desarrollar la autoestima a través del servicio. Es poco menos que un milagro empezar a tener un efecto positivo en la vida de los demás a través del servicio. La mayoría no tenemos mucha experiencia, fortaleza ni esperanza a los treinta días de estar limpios. De hecho, algunos miembros nos dicen con absoluta seguridad que lo mejor que podemos hacer es escuchar. Pero a los treinta días, sí tenemos algo que ofrecer al adicto que acaba de llegar a NA esforzándose por pasar veinticuatro limpio. El miembro más nuevo de NA, que sólo tiene el deseo de dejar de consumir pero ninguna de las herramientas, difícilmente imagina que alguien se mantenga limpio dura