3 de abril - Para ti solo - Sólo Por Hoy
Aunque todos trabajamos los mismos pasos, cada uno experimenta a su manera el despertar espiritual que resulta de ellos. La forma del despertar espiritual en nuestra vida varía en función de quienes somos.
A algunos, el despertar espiritual prometido en el Duodécimo Paso los lleva a un renovado interés en la religión o el misticismo. Otros, toman conciencia de la vida de las personas que los rodean y se identifican con ellas quizás por primera vez. Y hay quienes se dan cuenta de que los pasos los han despertado a sus propios principios morales o éticos. Para la mayoría, el despertar espiritual es una combinación de todas estas cosas, una combinación tan singular como el individuo que ha sido despertado.
Si hay tantas variedades de despertares espirituales, ¿cómo sabemos si realmente hemos tenido uno? El Duodécimo Paso nos ofrece dos indicaciones: hemos descubierto principios capaces de guiarnos adecuadamente, el tipo de principios que queremos practicar en todos los aspectos de nuestra vida. Y hemos empezado a preocuparnos por otros adictos lo suficiente como para compartir generosamente con ellos nuestras experiencias. Independientemente de los pormenores de nuestro despertar, todos hemos recibido la guía y el amor necesarios para vivir vidas plenas, orientadas hacia la espiritualidad.
Sólo por hoy: Mi despertar espiritual, independientemente de su forma específica, me ha ayudado a ocupar mi lugar en el mundo con amor y vitalidad. Por eso estoy agradecido.