11 de julio - Aliento - Sólo Por Hoy

«Compartimos con los demás consuelo y aliento.»

Texto Básico, p. 114

Seguramente muchos hemos visto cómo los bebés dan sus primeros pasos. La madre lo sostiene de pie. El padre se arrodilla cerca, abre los brazos y anima al pequeño con expresión afectuosa. La criatura da unos pasitos hacia el padre. Un hermano y una hermana mayor alientan al chiquitín. El niño se cae. La madre murmura unas palabras de consuelo, lo levanta y empiezan de nuevo. Esta vez, la criatura se mantiene de pie hasta acercarse lo suficiente para caer en los brazos protectores de su padre.

Llegamos a NA casi de la misma forma que este pequeño. Acostumbrados a una vida golpeada por la adicción, llenos de miedo e inseguridad, necesitábamos ayuda para mantenernos de pie. Así como un niño empieza su marcha hacia la madurez, así damos los primeros pasos vacilantes hacia la recuperación. Aprendemos esta nueva forma de vida porque otros que lo han hecho antes nos alientan y consuelan explicándonos lo que les ha funcionado y lo que no. Nuestro padrino o madrina también está con nosotros cuando necesitamos un empujón en la dirección apropiada.

Muchas veces nos sentimos como si no pudiéramos dar ni un paso más hacia la recuperación. A veces tropezamos y nos caemos como una criatura que aprende a caminar. Pero nuestro Poder Superior nos espera con los brazos abiertos. Y los miembros de NA, como los hermanos y las hermanas que animan al niño, también nos apoyan mientras avanzamos hacia una vida plena en recuperación.

Sólo por hoy: Procuraré el aliento de los demás. Animaré a otros que quizás necesiten mi fortaleza.

Entradas populares de este blog

6 de enero - ¿Cómo funciona? - Sólo Por Hoy

7 de marzo - Prioridades - Sólo Por Hoy

26 de diciembre - Un Poder que nunca falla - Sólo Por Hoy