13 de julio - La humildad en acción - Sólo Por Hoy

«Si sufrimos - y todos sufrimos de vez en cuando - aprendemos a pedir ayuda.»


Texto Básico, p. 96

A veces la recuperación se vuelve francamente difícil. Puede incluso ser más difícil tener la suficiente humildad como para pedir ayuda. Pensamos: «Llevo todo este tiempo limpio. ¡Debería estar mejor!». Pero la realidad de la recuperación es sencilla: llevemos treinta días o treinta años limpios, debemos estar dispuestos a pedir ayuda cuando nos hace falta.

La humildad es un tema común en nuestros Doce Pasos. El programa de Narcóticos Anónimos no consiste en guardar las apariencias, sino en ayudarnos a conseguir lo máximo posible de nuestra recuperación. Si esperamos encontrar soluciones a los problemas que surgen en nuestra vida, debemos estar dispuestos a exponer nuestras dificultades.

En Narcóticos Anónimos, a veces se oye decir que «no podemos salvar el cuello y las apariencias al mismo tiempo». Cuando llevamos algunos años limpios, no es fácil compartir en una reunión y echarnos a llorar porque la vida tal cual es nos ha hecho darnos cuenta de nuestra impotencia. Pero cuando termina la reunión y otro miembro se acerca a decirnos: «Sabes, realmente necesitaba escuchar lo que has dicho», nos damos cuenta de que hay un Dios que obra en nuestra vida.

El sabor de la humildad nunca es amargo. La recompensa de ser humildes y pedir ayuda endulza nuestra recuperación.

Sólo por hoy: Si necesito ayuda, la pediré. Pondré en marcha la humildad en mi vida.

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