28 de junio - Conciencia de grupo - Sólo Por Hoy
«Trabajar con otros es sólo el comienzo del servicio.»
El servicio requiere una devoción desinteresada para llevar el mensaje al adicto que todavía sufre. Pero nuestra actitud de servicio no termina aquí. También exige que nos examinemos y veamos nuestras motivaciones. El trabajo de servicio nos pone en una posición muy visible en la confraternidad. En NA es fácil convertirse en un «pez gordo en un estanque pequeño».Nuestra actitud controladora puede ahuyentar fácilmente al recién llegado.
La conciencia de grupo es uno de los principios más importantes del servicio. Es fundamental recordar que lo que cuenta es la conciencia de grupo, no nuestras creencias y deseos individuales. Ofrecemos nuestras ideas y creencias para el desarrollo de la conciencia de grupo. Cuando ésta surge, aceptamos que nos guíe. La clave es trabajar con otros, no contra otros. Si recordamos que nos esforzamos juntos para desarrollar una conciencia colectiva, veremos que todas las partes tienen igual valor. Cuando acaban las discusiones, todas las partes vuelven a unirse para llevar un mensaje conjunto.
Muchas veces resulta tentador pensar que sabemos qué es lo mejor para el grupo. Si recordamos que no importa que nos salgamos con la nuestra, es más fácil entonces permitir que el servicio sea el vehículo que debe ser: una forma de llevar el mensaje al adicto que todavía sufre.
Sólo por hoy: Participaré en la formación de la conciencia de grupo. Recordaré que el mundo no se acaba sólo porque no me salga con la mía. En todas mis tareas de servicio pensaré en nuestro propósito primordial. Me acercaré a un recién llegado.
Texto Básico, p. 68
La conciencia de grupo es uno de los principios más importantes del servicio. Es fundamental recordar que lo que cuenta es la conciencia de grupo, no nuestras creencias y deseos individuales. Ofrecemos nuestras ideas y creencias para el desarrollo de la conciencia de grupo. Cuando ésta surge, aceptamos que nos guíe. La clave es trabajar con otros, no contra otros. Si recordamos que nos esforzamos juntos para desarrollar una conciencia colectiva, veremos que todas las partes tienen igual valor. Cuando acaban las discusiones, todas las partes vuelven a unirse para llevar un mensaje conjunto.
Muchas veces resulta tentador pensar que sabemos qué es lo mejor para el grupo. Si recordamos que no importa que nos salgamos con la nuestra, es más fácil entonces permitir que el servicio sea el vehículo que debe ser: una forma de llevar el mensaje al adicto que todavía sufre.
Sólo por hoy: Participaré en la formación de la conciencia de grupo. Recordaré que el mundo no se acaba sólo porque no me salga con la mía. En todas mis tareas de servicio pensaré en nuestro propósito primordial. Me acercaré a un recién llegado.