23 de agosto - Tomar decisiones - Sólo Por Hoy
Texto Básico, p. 102
La vida es una serie de decisiones, acciones y consecuencias. Cuando consumíamos, nuestra enfermedad generalmente impulsaba nuestras decisiones y los resultados eran acciones autodestructivas y consecuencias terribles. Llegamos a considerar el hecho de tomar decisiones como un juego amañado que había que jugar lo menos posible.
Como consecuencia, muchos tenemos grandes dificultades para aprender a tomar decisiones en recuperación. Poco a poco, a medida que trabajamos los pasos, adquirimos práctica para tomar decisiones saludables que nos den resultados positivos. Allí donde nuestra enfermedad afectó nuestra voluntad y nuestra vida, pedimos a nuestro Poder Superior que nos cuide. Hacemos un inventario de nuestros valores y nuestras acciones, revisamos lo que encontramos con alguien de nuestra confianza, y pedimos al Dios que concebimos que nos quite nuestros defectos. Al trabajar los pasos logramos librarnos de la influencia de nuestra enfermedad, y aprendemos principios para tomar decisiones que pueden guiarnos en todos los aspectos de nuestra vida.
Hoy en día, las decisiones y sus consecuencias no tienen por qué estar influidas por nuestra enfermedad. Nuestra fe nos da valor y orientación para tomar buenas decisiones y la fortaleza para actuar de acuerdo a ellas. El resultado de este tipo de decisiones es una vida digna de ser vivida.
Sólo por hoy: Usaré los principios de los Doce Pasos para tomar decisiones acertadas. Le pediré a mi Poder Superior que me dé la fortaleza para vivir de acuerdo a esas decisiones.