24 de agosto - Buscar la voluntad de Dios - Sólo Por Hoy

«Aprendemos a tener cuidado de pedir cosas concretas.»

Texto Básico, p. 53

Durante nuestra adicción activa, no solíamos rezar para conocer la voluntad de Dios para con nosotros y la fortaleza para cumplirla. Al contrario, la mayoría de nuestras oraciones eran para que Dios nos sacara del lío en el que nos habíamos metido. Esperábamos milagros con nuestras exigencias. Cuando empezamos a practicar el Undécimo Paso, esa forma de pensar y rezar cambia. La única manera de salir del lío en el que nos hemos metido es rendirnos a un Poder más grande que nosotros.

En recuperación, aprendemos aceptación. A través de la oración y la meditación intentamos saber cómo hacer frente a las circunstancias que se presentan en nuestro camino. Dejamos de luchar, abandonamos nuestras ideas de cómo deberían ser las cosas, pedimos sabiduría y escuchamos las respuestas. Éstas, por lo general, no llegan como un rayo de luz blanca acompañado de un redoble de tambor, sino que aparecen sencillamente con la silenciosa sensación tranquilizadora de que nuestra vida va por buen camino y que un Poder superior a nosotros guía nuestros pasos.

Tenemos una alternativa: podemos pasarnos la vida luchando para que las cosas salgan a nuestro antojo, o podemos rendirnos a la voluntad de Dios. La paz se puede encontrar aceptando los vaivenes de la vida.

Sólo por hoy: Abandonaré mis expectativas, buscaré la orientación de mi Poder Superior y aceptaré la vida.

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