19 de octubre - Apoyar algo - Sólo Por Hoy
«...podíamos sentir el paso del tiempo, entrar en contacto con la realidad y reconocer valores espirituales que muchos habíamos perdido tiempo atrás.»
Durante nuestra adicción activa, estábamos listos para hacer concesiones en todo lo que creíamos, sólo para conseguir más drogas. Tanto si robábamos a nuestra familia o amigos, como si nos vendíamos, o mentíamos a nuestro jefe, dejábamos de lado los valores que más nos importaban. Cada vez que comprometíamos una convicción firmemente arraigada, se derrumbaba otro pedazo de la argamasa que unía nuestro carácter. En el momento en que muchos de nosotros llegamos a nuestra primera reunión, no quedaba mucho más que las ruinas de lo que habíamos sido.
Al llevar a cabo nuestro primer autoexamen honesto, daremos con los valores perdidos. Pero para poder reconstruir nuestro carácter, veremos que hace falta cuidar esos valores, por muy grande que sea la tentación de tirarlos a un rincón. Tenemos que ser honestos incluso cuando pensamos que podríamos engañar a todos con una mentira. Si desdeñamos nuestros valores, descubriremos que los embustes más grandes son los que nos decimos a nosotros.
No queremos empezar otra vez el derrumbe espiritual después de todo el trabajo que hemos puesto en la reconstrucción. Es fundamental que apoyemos algo, si no, nos arriesgamos a dejarnos engañar por cualquier cosa. Respetamos todo lo que nos parece importante.
Sólo por hoy: Apoyo algo. Mi fortaleza es el resultado de vivir mis valores.
Texto Básico, p. 100
Durante nuestra adicción activa, estábamos listos para hacer concesiones en todo lo que creíamos, sólo para conseguir más drogas. Tanto si robábamos a nuestra familia o amigos, como si nos vendíamos, o mentíamos a nuestro jefe, dejábamos de lado los valores que más nos importaban. Cada vez que comprometíamos una convicción firmemente arraigada, se derrumbaba otro pedazo de la argamasa que unía nuestro carácter. En el momento en que muchos de nosotros llegamos a nuestra primera reunión, no quedaba mucho más que las ruinas de lo que habíamos sido.
Al llevar a cabo nuestro primer autoexamen honesto, daremos con los valores perdidos. Pero para poder reconstruir nuestro carácter, veremos que hace falta cuidar esos valores, por muy grande que sea la tentación de tirarlos a un rincón. Tenemos que ser honestos incluso cuando pensamos que podríamos engañar a todos con una mentira. Si desdeñamos nuestros valores, descubriremos que los embustes más grandes son los que nos decimos a nosotros.
No queremos empezar otra vez el derrumbe espiritual después de todo el trabajo que hemos puesto en la reconstrucción. Es fundamental que apoyemos algo, si no, nos arriesgamos a dejarnos engañar por cualquier cosa. Respetamos todo lo que nos parece importante.
Sólo por hoy: Apoyo algo. Mi fortaleza es el resultado de vivir mis valores.