4 de octubre - La maravilla de los treinta días - Sólo Por Hoy

«Al principio, cuando empezamos a disfrutar del alivio de nuestra adicción, corremos el riesgo de querer retomar el control de nuestra vida. Olvidamos la agonía y el dolor pasados.»

Texto Básico, p. 57 

Muchos hemos pasado por la «maravilla de los treinta días». Cuando aparecimos en nuestra primera reunión de NA, estábamos desesperados y medio muertos. Nos identificamos con otros adictos que conocimos y con el mensaje que compartían. Con su apoyo, al fin logramos dejar de consumir y respiramos libres. Por primera vez en mucho tiempo, nos sentíamos en casa. Nuestra vida se había transformado de la noche a la mañana; caminábamos, hablábamos, comíamos, bebíamos, dormíamos y soñábamos con Narcóticos Anónimos.

Después, Narcóticos Anónimos perdió la novedad. Las reuniones tan emocionantes se volvieron monótonas. Los maravillosos amigos de NA empezaron a aburrirnos con su edificante palabrería de NA, sus bobadas. Cuando nuestros viejos amigos nos llamaron para invitarnos a volver a las andadas, nos despedimos de la recuperación.

Tarde o temprano tuvimos que regresar a las salas de Narcóticos Anónimos. Descubrimos que ahí fuera nada había cambiado, ni nosotros, ni nuestros amigos, ni las drogas, nada. Si acaso, se había vuelto peor que nunca.

Es verdad, puede que las reuniones de NA no sean la mar de divertidas, ni nuestros amigos del programa gigantes espirituales; pero hay una fuerza en las reuniones, un lazo en común entre los miembros, un programa con vida sin el cual no podemos hacer nada. Hoy en día nuestra recuperación es más que una novedad, es una forma de vida. Vamos a practicar el programa como si nuestra vida dependiera de él, porque depende de él.

Sólo por hoy: No soy la «maravilla de los treinta días». Mi forma de vida es la de NA, y estoy aquí para quedarme.

Entradas populares de este blog

6 de enero - ¿Cómo funciona? - Sólo Por Hoy

7 de marzo - Prioridades - Sólo Por Hoy

26 de diciembre - Un Poder que nunca falla - Sólo Por Hoy