25 de diciembre - Anonimato y terquedad - Sólo Por Hoy

Lo que nos empujaba a obtener beneficio personal y que tanto dolor nos causó en el pasado queda de lado cuando nos adherimos al principio de anonimato.
Texto Básico, pp. 87-88

La palabra anonimato propiamente dicha significa sin nombre, pero en el anonimato del programa de NA hay en juego un principio más amplio: la entrega desinteresada. Cuando admitimos nuestra impotencia para manejar nuestra vida, damos el primer paso para alejarnos de la terquedad y para acercarnos a la entrega desinteresada. Cuanto menos intentamos manejar nuestra vida en base a la terquedad, más encontramos la fortaleza y la orientación de las que tan dolorosamente carecíamos en nuestra vida.

   Pero el principio de entrega desinteresada es mucho más que sólo hacernos sentir mejor: nos ayuda a vivir mejor. Nuestras ideas de cómo debería dirigirse el mundo empiezan a perder importancia y dejamos de intentar imponer nuestra voluntad a todos y a todo lo que nos rodea. Cuando abandonamos nuestras pretensiones de sabelotodo y comenzamos a reconocer el valor de la experiencia de otras personas, empezamos a tratarlas con respeto. Los intereses de los demás se vuelven tan importantes para nosotros como los nuestros; nos ponemos a pensar en lo mejor para el grupo, no sólo en lo mejor para nosotros. Empezamos a vivir una vida más grande de lo que somos, más amplia que nosotros, nuestro nombre y nuestra persona; empezamos a vivir el principio del anonimato.

Sólo por hoy: Dios, por favor, líbrame de mi terquedad. Ayúdame a comprender el principio de anonimato; ayúdame a vivir desinteresadamente.

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