4 Diciembre - LA VOLUNTAD DE DIOS, NO LA NUESTRA - Sólo Por Hoy

"Sabemos que sí pedimos que se cumpla la voluntad de Dios, recibiremos lo mejor para nosotros, independientemente de lo que pensemos."
Texto Básico, pp. 52-53

Cuando llegamos a NA, nuestra voz interna se había vuelto indigna de confianza y autodestructiva. La adicción había distorsionado nuestros deseos, nuestros intereses y nuestra intuición de lo que era mejor para nosotros. Por eso, en recuperación, era tan importante que llegáramos a creer en un Poder más grande que nosotros, en algo que pudiera proporcionarnos una orientación más sensata y fiable que la nuestra. Hemos empezado a aprender a confiar en el cuidado de este Poder y en la orientación interna que nos brinda.

Como todo proceso de aprendizaje, pedir "solamente conocer su voluntad para con nosotros y la fortaleza para cumplirla" requiere práctica. La actitud egoísta que desarrollamos durante nuestra adicción no se abandona de la noche a la mañana y es posible que afecte la forma en que rezamos. Hasta podríamos sorprendernos pidiendo algo así como: "Quítame este defecto de carácter así quedo bien".

Cuantos más francos seamos respecto a nuestras ideas y deseos, más fácil nos resultará distinguir nuestra voluntad de la del Poder Superior. "Dios, sólo para que lo sepas -podríamos decir-, esto es o que yo quiero de esta situación. Sin embargo, te pido que se haga tu voluntad, no la mía". Una vez que lo hacemos. Estamos preparados para reconocer y aceptar la orientación de nuestro Poder Superior.

Sólo por hoy: Poder Superior, he aprendido a confiar en tu orientación, sin embargo todavía tengo mis ideas respecto a lo que quiero en la vida. Déjame compartir estas ideas contigo. Al final, que sea tu voluntad, no la mía, la que se cumpla.

Entradas populares de este blog

26 de diciembre - Un Poder que nunca falla - Sólo Por Hoy

7 de marzo - Prioridades - Sólo Por Hoy

1 de enero - Vigilancia - Sólo Por Hoy