12 de febrero - Vivir el momento - Sólo Por Hoy
«Nos arrepentíamos del pasado, temíamos el futuro, y el presente no nos entusiasmaba demasiado.»
Hasta experimentar el alivio que sentimos cuando trabajamos los Doce Pasos, es difícil que encontremos una afirmación más cierta que la citada arriba. La mayoría llegamos a NA cabizbajos de vergüenza, pensando en el pasado y en cómo nos gustaría volver atrás para cambiarlo. Nuestras fantasías y expectativas sobre el futuro pueden llegar a tal extremo, que en nuestra primera cita con alguien ya estemos pensando en el abogado que vamos a contratar para el divorcio. Casi todo lo que experimentamos nos hace recordar algo del pasado o empezar a proyectar en el futuro.
Al principio, es difícil quedarnos en el momento presente. Parece como si nuestra mente no parara. Nos cuesta disfrutar de la vida. Pero cada vez que nos damos cuenta de que nuestros pensamientos no están centrados en lo que está pasando ahora mismo, podemos rezar y pedir a un Dios bondadoso que nos ayude a salir de nosotros mismos. Si estamos arrepentidos del pasado, hacemos enmiendas al vivir hoy de otra manera; si nos aterroriza el futuro, hoy nos ocupamos de vivir responsablemente.
Si practicamos los pasos y rezamos cada vez que descubrimos que no estamos viviendo en el presente, notaremos que no nos pasa tan a menudo como antes. Nuestra fe nos ayudará a vivir sólo por hoy. Pasaremos horas, días incluso, en que pongamos toda nuestra atención en el momento presente, no en el lamentable pasado ni en el temible futuro.
Sólo por hoy: Cuando vivo plenamente cada momento, me abro a los goces que de otra manera se me escaparían. Si tengo problemas, pediré ayuda a un Dios bondadoso.
Texto Básico, p. 8
Al principio, es difícil quedarnos en el momento presente. Parece como si nuestra mente no parara. Nos cuesta disfrutar de la vida. Pero cada vez que nos damos cuenta de que nuestros pensamientos no están centrados en lo que está pasando ahora mismo, podemos rezar y pedir a un Dios bondadoso que nos ayude a salir de nosotros mismos. Si estamos arrepentidos del pasado, hacemos enmiendas al vivir hoy de otra manera; si nos aterroriza el futuro, hoy nos ocupamos de vivir responsablemente.
Si practicamos los pasos y rezamos cada vez que descubrimos que no estamos viviendo en el presente, notaremos que no nos pasa tan a menudo como antes. Nuestra fe nos ayudará a vivir sólo por hoy. Pasaremos horas, días incluso, en que pongamos toda nuestra atención en el momento presente, no en el lamentable pasado ni en el temible futuro.
Sólo por hoy: Cuando vivo plenamente cada momento, me abro a los goces que de otra manera se me escaparían. Si tengo problemas, pediré ayuda a un Dios bondadoso.